Entrenamiento funcional
24 Marzo 2019
"Yo hago Functional Training" se suele escuchar por los pasillos de cualquier gimnasio. "El Functional Training trabaja todo tu cuerpo" comentan los técnicos de fitness a los clientes confusos sobre qué actividad pueden realizar.
Hay muchos mitos en el mundo del fitness, y el "entrenamiento funcional" ha surgido como uno de los más potentes en los últimos años, quizá por todo el repertorio de material y formaciones para aprender a utilizarlo que trae consigo. Por eso, queremos comentar algunas cosas sobre este tema, ya que la principal argumentación que utilizan los seguidores de este tipo de entrenamiento es que mejora las funciones de nuestro día a día, de ahí su nombre de "funcional", y que es más divertido.
¿Realmente el objetivo de cualquier tipo de entrenamiento no es mejorar la función? Si no lo es, tenemos un problema. Así que este tipo de entrenamiento no es el único que mejora la función (aunque dudamos que lo haga), sino que todos lo hacen (o deberían hacerlo).
Nosotros creemos y defendemos que un entrenamiento en busca de la salud y el fitness se tiene que enfocar en la fuerza como núcleo base y, a partir de aquí, mejorará el resto: sistema cardiovascular, flexibilidad, disminución del % de grasa, aumento del % de masa muscular, marcadores bioquímicos, etc. Esto nos lleva a tener que trabajar nuestro sistema muscular de la forma más efectiva y segura para no dañar nuestras articulaciones.
Sabiendo esto, el significado de entrenamiento funcional habría que enfocarlo hacia la mejora de la función del músculo, que es nuestro motor, además de la clave y el origen de todos los beneficios que podemos extraer de un entrenamiento, como ya hemos comentado. ¿Y cuál es la función de un músculo? Acortarse y estirarse en todo su rango contráctil generando la máxima tensión posible. No sabe hacer otra cosa, creednos. Es decir, centrémonos en entrenar cada músculo, dándoles el estímulo suficiente para que se tengan que adaptar y hacerse más fuertes. Eso sí, de una forma segura, ya que haciendo movimientos con poco control estamos comprando números para que nos toquen los premios "tendinitis" o "artrosis", entre muchos otros obsequios. Aunque no sólo el problema es la seguridad, algo ya suficiente para descartarlo, sino que también es su poca efectividad debido a que no se trabaja de forma intensa en todo el rango contráctil del músculo.
¿Pero realmente creéis que este tipo de entrenamiento es apto para todo el mundo? ¿Ves a tu abuela saltando un cajón de un metro, haciendo equilibrios en un bosu (nuestra abuela ya se marea al levantarse rápido de una silla...), moviendo unas cuerdas de cinco quilos a toda velocidad o haciendo juegos coordinativos en una escalera de agilidad?
"Sí" nos contestarán; "si quieres, puedes" ; "todo el mundo puede, no limites a la gente", etc? Vale, vamos a poner que sí lo puede realizar todo el mundo con dedicación y entrega. Pero seguro que necesita un tiempo (bastante) para aprenderlo y, aún así, cuando sea capaz de hacerlo es muy probable que no sepa controlar todas las aceleraciones y sus articulaciones se resientan. ¿Además, es ese su objetivo? El objetivo de nuestra abuela no es aprender a hacer correctamente ejercicios muy técnicos para mejorar su condición física. El objetivo de nuestra abuela es estar lo más fuerte posible para que en su día a día (subir escaleras, andar, coger al nieto en brazos, bailar, etc) no se canse y no tenga dolores articulares. Y para conseguir eso la mejor forma de hacerlo es con ejercicios de fuerza lo menos técnicos, y lo más eficaces y seguros posibles. No quiero que pierda tiempo en aprender el medio (entrenamiento), quiero conseguir su fin (buena condición física), algo que ya le hará dedicarle tiempo suficiente.
Por otra parte tenemos el concepto de diversión. ¿Que el entrenamiento funcional es divertido? Para gustos los colores, aunque no es nuestro principal hobby un sábado tarde. Eso sí, en lo que no hay ningún tipo de dudas es que no es la forma más efectiva, eficiente y segura de entrenar y conseguir resultados, que al fin y al cabo es lo que buscamos todos (o deberíamos) cuando entrenamos. Para divertirnos, preferimos realizar cualquier deporte (como hobby no como medio para ponernos en forma), preparando el cuerpo para ello a nivel físico y técnico y asumiendo los riesgos que conlleva su práctica. O mejor, ir al cine, pasear o leer un buen libro, que como mínimo es más seguro.
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